Retrato de un empleado: Thomas Reiner
Thomas Reiner trabaja desde hace 25 años visitando a nuestros clientes de WEINMANN. Nos comenta lo que le parece importante y lo que más le gusta de su trabajo.
¿Puede explicarnos en qué consisten sus funciones en WEINMANN y cómo han sido estos años de trabajo?
Después de estudiar una formación profesional en mecánica industrial, en 1995 empecé a trabajar para WEINMANN. Este año celebro los 25 años. En los primeros diez años, solo me desplazaba para trabajar en operaciones de montaje. Durante esos años, instalé una buena parte de los equipos de la empresa. Después, la familia fue creciendo y, como es natural, no quería pasar tanto tiempo yendo de aquí para allá, así que fue entonces cuando me pasé al montaje de maquinaria en nuestra línea de producción. Aun así, el departamento de servicio técnico seguía atrayéndome mucho más, así que terminé volviendo a él. En el servicio técnico me encargaba de tareas del servicio interno, de impartir formaciones y de asesorar en obras. En aquella época, me pasé entre el 20 y el 30 % del tiempo, más o menos, viajando de un servicio a otro. Era la combinación perfecta para mí. Durante este tiempo, también asumí el cargo de director representante del servicio técnico, que sigo manteniendo hasta hoy. En los últimos años, me he encargado sobre todo de proyectos más grandes y me he ocupado de clausurar obras que seguían abiertas para que nuestros clientes pudieran trabajar bien. En las instalaciones de gran tamaño con un gran número de máquinas, entran en juego muchísimos factores diferentes, por lo que hay que tener la suficiente experiencia para estar a la altura. Todos esos aspectos deben tratarse sistemáticamente para que, al final del proceso, podamos entregar al cliente una instalación que cumpla sus requisitos.
¿Qué hace que trabajar en el servicio técnico y con los clientes sea especial?
Desde mi punto de vista, la satisfacción de nuestros clientes es lo más importante. Si un cliente tiene un problema, mi tarea es ayudarle y resolver el problema lo antes posible. Para mí, la fiabilidad está por encima de todo. Si hablo por teléfono con un cliente y le doy mi palabra de que algo se va a hacer de una manera determinada, tengo que cumplir mi compromiso.
Tengo un contacto muy estrecho con los clientes a los que atiendo. He viajado mucho, así que conozco personalmente a prácticamente todos los clientes del área más próxima a nuestra sede. En mi trabajo tengo que acudir tanto a empresas del sector pyme como a grandes industrias. Sobre todo, me gusta tener una relación personal buena y duradera con nuestros clientes. Siempre me parece interesante ir a ver a un cliente para el que ya monté una instalación hace 20 años y atenderle ahora con una nueva maquinaria. También me encuentro una y otra vez con empleados con los que ya he colaborado anteriormente. Y, por supuesto, seguimos siendo conocidos. También resulta muy satisfactorio ver que has hecho un buen trabajo y que la gente se acuerda de ti y te llama personalmente cuando tiene alguna pregunta.
¿Cómo gestiona las situaciones críticas?
Cuando voy a ver a un cliente, la mayoría de las veces es porque ya hay problemas. Como es lógico, la situación se pone algo tensa al principio, porque lo que quiere el cliente es que le resolvamos el problema con rapidez. Y para eso estamos. Lo más importante es que la cosa progrese y que pueda notarse una mejoría. Pero a mí me atraen especialmente las obras problemáticas. Evidentemente, no siempre encuentro la solución al instante. Sin embargo, tratar de dilucidar y encontrar la solución siempre es un reto interesante.
¿Qué opina del crecimiento de la empresa?
WEINMANN ha crecido considerablemente en los últimos 35 años. Ha contratado a más empleados y ha crecido con fuerza. También hay que decir que, hoy por hoy, la construcción en madera está en expansión, así que creo que la empresa seguirá creciendo bien en el futuro. Además, cuando entramos en HOMAG, se abrieron también muchas posibilidades en todo el mundo. Formar parte de HOMAG nos aporta muchas ventajas, especialmente al departamento de servicio técnico. Como tenemos socios de servicio técnico por todo el mundo, intervenimos directamente en las plantas de nuestros clientes y podemos reaccionar rápidamente. Los socios conocen bien nuestros componentes técnicos, así que pueden encargarse de las reparaciones y de las labores de mantenimiento, y montar máquinas ellos mismos. Por supuesto, esta es una enorme ventaja.
Nuestras instalaciones también han experimentado un enorme cambio. Cuando veo la velocidad y la calidad con que se fabrican las piezas hoy en día, o nuestras celdas autónomas, con las que se trabaja casi automáticamente, me parece increíble.
¿Cómo es para usted trabajar en WEINMANN?
Llevo 25 años trabajando en WEINMANN y estoy encantado. Me encargo de tareas de lo más variado. Tengo labores de oficina, pero también acudo a las plantas de los clientes y trabajo en la nave de producción. Siempre estoy en contacto con nuestros clientes. Además, tengo que manejar todos nuestros tipos de máquinas y colaboro en su diseño, fabricación y distribución. Me divierte colaborar con los compañeros de otros departamentos. Formamos un buen equipo con el que es estupendo trabajar.
En mi opinión, los empleados y sus grandes conocimientos son uno de los pilares fundamentales de la empresa.