Aumento considerable del valor añadido

10.10.2022   |   Ochtendung   |   Alemania

En 2021, la empresa automatizó su producción. Una de las tendencias del sector de la construcción en madera es la incorporación de centros de ensamblaje a la fabricación de elementos. Además de las pequeñas empresas que no cuentan con capacidad de fabricación propia, las medianas empresas que sí lo hacen también ofrecen sus servicios a la par que compensan los picos de trabajo y gestionan encargos especiales mediante la compra de elementos. Esta tendencia va acompañada de un aumento constante del grado de prefabricación, por lo que muchos centros de ensamblaje se centran especialmente en ofrecer una amplia gama de mecanizados. De esta forma, los clientes pueden montar los elementos solicitados en el lugar de la obra de forma rápida y con poco personal. Ahora, Lohnabbund Schuth, con sede en Ochtendung, un municipio del estado federado alemán de Renania-Palatinado, pone en marcha el siguiente paso: la incorporación del montaje de casas. No es de extrañar, ya que la empresa, cuya historia refleja a la perfección la evolución de la construcción en madera de los últimos 40 años, ya se ha dedicado a la construcción de casas de madera en años anteriores.

Una historia caracterizada por los cambios

La empresa, que por entonces era un taller de carpintería clásico con sede en el municipio de Mülheim-Kärlich, en Renania-Palatinado, empezó a construir casas unifamiliares en los años 80. A principios de los 90, construyeron su primera guardería y la construcción de casas de madera se empezó a consolidar como área de negocio. A partir de 1999, la construcción de casas de uso vacacional pasó a ser una línea de producción independiente y el taller invirtió en una instalación de producción de segunda mano. La crisis económica de 2008 supuso una brecha en la producción. Ante la creciente presión en el mercado, Dieter Schuth y su esposa Silke decidieron reducir sus actividades empresariales al ensamblaje por encargo. La plantilla se redujo a dos trabajadores: "Mi mujer estaba en la máquina de ensamblaje y yo me ocupaba del suministro y la retirada de material, y al final del día me encargaba de la fase de preparación", recuerda Dieter Schuth. La mayor parte del ensamblaje se destinaba a una cooperativa de compraventa y a un centro de materiales de construcción de gran envergadura, con los que trabajaron de forma continuada. La demanda de elementos de marcos de madera aumentó, por lo que la planificación de elementos también lo hizo de forma gradual. Seis nuevos empleados se incorporaron a la plantilla entre 2013 y 2015. La nave volvió a equiparse con una mesa de producción, en la que se fabricaban manualmente elementos de pared y techo. En 2018, la empresa adquirió una nueva propiedad en Ochtendung, que le proporcionaba una mejor ubicación para el acceso de vehículos y mejores oportunidades de crecimiento gracias al nuevo terreno de 10 000 m2. Dieter Schuth y su hija Cheyenne, que continuaría en el futuro lo que su padre empezó, ya habían previsto una producción de elementos automatizada para la nueva nave de mayor tamaño. "Teníamos claro que queríamos aumentar el volumen de ventas en la construcción en madera, que ya estaba creciendo considerablemente", comenta Dieter Schuth, explicando lo que pensaban por aquel entonces. "Queríamos marcar la diferencia en el mercado y adentrarnos en la construcción de edificios de las clases 4 y 5, por ejemplo".

Con la nueva nave, llegó nueva tecnología

Tales objetivos no podían conseguirse sin una producción automatizada y Dieter Schuth lo tenía muy claro: "Por un lado, no puedo conseguir de forma manual la precisión que alcanzo con una instalación de este tipo. En la actualidad, la precisión y la alta calidad son dos requisitos indispensables para apuntar a lo más alto. Por otro lado, antes de trasladarnos a la nueva nave, recibíamos una demanda que superaba con creces nuestras capacidades. El 99 por ciento de esta demanda procedía de talleres de carpintería y apenas del sector del comercio, y nuestra actividad empezó a orientarse al suministro de elementos. Además, esta tendencia hizo que centráramos la atención en los elementos aislados y cerrados con un grado de preproducción creciente. La demanda ya no podía cubrirse con la producción manual. Aunque hubiera contratado a más empleados, que no los había, habríamos llegado al límite en muy poco tiempo. Dados los problemas de personal, parece aconsejable trasladar el mayor número posible de operaciones de la mesa al ordenador. Si, además, automatizo la producción, los elementos circulan por la nave con muy poca mano de obra y sin pérdidas debido a malentendidos, consultas y discusiones. Gracias a la utilización de elementos como los encapsulados, es cada vez más difícil sufrir estas pérdidas, lo que supone una gran ventaja". Por último, la automatización debía mejorar la ergonomía: "Por ejemplo, uno de mis empleados ronda los 60 años", explica Dieter Schuth. "Bajo ningún concepto querría que abandonara la empresa, porque es un trabajador muy experimentado y nos ha apoyado en todo momento. Sin embargo, no puedo esperar que arrastre tableros OSB ni que se arrodille para instalar fijaciones durante todo el día. En su lugar, puedo ofrecerle un puesto de trabajo atractivo con una instalación elevadora y un puente multifunción, y así evitar que busque otro trabajo que suponga una carga física menor".

No era posible alcanzar los tiempos previstos

Teniendo en cuenta todas estas razones de peso para optar por la automatización, padre e hija buscaron un fabricante de máquinas adecuado. Se decidieron rápidamente por la empresa Weinmann Holzbausystemtechnik: "Un punto a favor de este fabricante de máquinas de Lonsingen es que, por un lado, desarrolla sus propios programas de control para sus máquinas", explica Dieter Schuth. De esta forma, el software y la ingeniería mecánica se entrelazan y se garantizan futuras actualizaciones a largo plazo, lo que supuso un factor decisivo para nosotros". Para el director general de Lohnabbund Schuth también fue un factor importante el hecho de que "en Lonsingen se ofrecen soluciones a medida para empresas de todos los tamaños. Teníamos la sensación de que otras empresas nos ofrecían soluciones adaptadas a las empresas industriales o posibilidades de mecanizado integradas para el sector de la ingeniería de construcción en madera que no se adaptaban a nuestras necesidades, pero que teníamos que pagar de todos modos". Ni siquiera una solución de mecanizado de tableros independiente pudo convencer a Dieter Schuth: "Dadas las cantidades con las que trabajamos, el puente no nos ofrece lo que necesitamos. Si en un proyecto de gran envergadura tengo que mecanizar los tableros por separado, manejar dos instalaciones controladas por software, ordenar los tableros después del mecanizado y colocarlos con absoluta precisión en el componente, veo demasiadas fuentes de error posibles. Me pareció mucho más interesante la solución de Weinmann, en la que el puente puede hacerse cargo de todo". De esta forma, Dieter y Cheyenne Schuth realizaron la compra de dos mesas de mecanizado y un puente multifunción WALLTEQ M-380 en Lonsingen, donde también recibieron ayuda para solicitar ayuda financiera para la nueva instalación. Tras esto, se añadió un puente de aislamiento WALLTEQ insuFill con placa de inyección giratoria, ya que la nueva línea no estaba pensada únicamente para fabricar paredes, sino también elementos de tejado y techo. En 2021, la instalación se puso en funcionamiento en muy poco tiempo y sin interrumpir la producción. Desde entonces, el volumen de ventas de la empresa no ha hecho más que duplicarse, sobre todo gracias a los tiempos de ciclo más rápidos de la producción: "Ya en los primeros proyectos nos alejábamos mucho de los tiempos previstos; por ejemplo, en la construcción de un hotel, conseguimos una producción de elementos de casi 100 m2 con tan solo dos empleados en la fabricación. Gracias a la automatización, también podemos reaccionar rápidamente a los picos de trabajo actuales, lo cual es importante en nuestro oficio, ya que los encargos de gran envergadura con plazos ajustados son una parte intrínseca del trabajo, por así decirlo. Si es necesario, podemos aumentar drásticamente las capacidades adoptando un servicio de dos o tres turnos. Para el ensamblaje, ya trabajamos en dos turnos y el siguiente paso es la fabricación de elementos. Ahora, la duda está en si debemos incorporar personal adicional". La incorporación del montaje es inminente en Ochtendung. "Aunque no sea tarea fácil en términos de personal, queremos volver a llevarlo a cabo para garantizar la calidad de nuestros productos hasta el montaje". Para ello, en Ochtendung se hace mucho hincapié, por ejemplo, en el uso de HCW (Hilti Coupler Wood), el sucesor de Stexon para la colocación exacta de paredes: "Es mucho más preciso que los umbrales de nivelación, pero es difícil de implementar sin CNC". La fuerte tendencia hacia un grado de prefabricación más alto también puede gestionarse de mejor forma en Ochtendung gracias a la fabricación CNC: "Solo hay que ver el tema del nivel de instalación, que cada vez demandan más clientes. A petición del cliente, fabricamos las paredes con los tubos y las cavidades para las tomas de corriente incluidos, que integramos en un tablero de Agepan. No solo podemos fresar a máquina los orificios necesarios sin apenas esfuerzo, sino que también debemos entallar el tablero de forma precisa en cada una de las paredes interiores que deben montarse. Ya lo hemos intentado de forma manual y, de verdad, nunca ha funcionado. Sin embargo, no encontramos ningún problema al hacerlo a máquina".

Una cuestión de perspectiva       

La fabricación de elementos no solo ha asegurado nuevos clientes y encargos para Lohnabbund Schuth, sino que también ofrece un valor añadido mucho mayor que el ensamblaje de varillas: "Este último es y sigue siendo un pilar importante para nosotros, pero la fabricación de elementos es mucho más lucrativa. Jamás hubiéramos conseguido realizar las inversiones en la nave y la tecnología únicamente con el ensamblaje". Es por ello que Dieter Schuth ve la fabricación de elementos como el pilar principal de su negocio en el futuro. Sin embargo, debido a las condiciones marco, la construcción de casas unifamiliares está quedándose al margen en favor de los proyectos de mayor escala. "Para nosotros, en principio, no hay ningún problema, ya que estamos perfectamente preparados a nivel tecnológico para este ámbito. Los proyectos grandes nos aportan incluso sinergias adicionales: podemos aumentar el grado de estandarización y copiar plantas enteras en la fase de preparación. En la fabricación, podemos pasar por las piezas constructivas estándar rápidamente y sin problemas, ya que no tenemos que leer planos en la mesa. De esta forma ahorramos costes y podemos aumentar nuestra capacidad de nuevo". En los próximos años, Dieter Schuth planea incorporar una segunda nave en el nuevo terreno de la empresa, donde se ubicará la instalación de ensamblaje en el futuro, mientras que, en la nave existente, se integrará una línea para el montaje de ventanas. Así es como se quiere responder en Ochtendung a la tendencia hacia un mayor grado de prefabricación; por supuesto, con una calidad probada: "Aquí reside la base de nuestro éxito, porque la mayoría de nuestros encargos se deben al boca a boca entre los clientes que quedan satisfechos".

Texto: Dr. Joachim Mohr