Calidad siempre a punto

10.12.2021   |   Julbach   |   Alemania

Solo hay dos empresas en Alemania autorizadas para equipar los Centros Porsche de todo el mundo —dejando a un lado los de EE. UU. y China—, y una de ellas es Oberhaizinger. El motivo es que Porsche distribuye sus vehículos a nivel internacional a través de una red de unos 830 centros, 88 de los cuales se encuentran solo en Alemania. A su vez, hay otros 43 centros repartidos por todo el mundo que, como socios certificados, se encargan del mantenimiento y la reparación de los vehículos clásicos de esta reconocida marca de Stuttgart. Todos estos centros se deben equipar siguiendo las directrices fijadas por el fabricante de automóviles, unas estrictas premisas según las cuales, por ejemplo, Oberhaizinger amplió el año pasado dos Centros Porsche en Canadá. En julio se inició el tercer proyecto: esta vez en Halifax, la capital de la provincia canadiense de Nueva Escocia.

Proyectos por todo el mundo

Oberhaizinger trabaja para un total de ocho fabricantes de automóviles y minoristas prémium, entre los que se incluyen, además de Porsche y Porsche Design, Audi, Mercedes, Seat, Škoda, Volvo y Volkswagen. Además, la empresa trabaja para tres grandes bancos y un conocido fabricante de productos cosméticos. En todos los proyectos se debe tener muy en cuenta el diseño corporativo concreto que los clientes desean mantener, y los muebles son esenciales en este sentido. Sin embargo, a menudo la planificación comienza con los suelos, las paredes y los techos, que deben remodelarse. En la mayoría de los casos se diseña para edificios ya existentes, pero también se construyen edificios nuevos. Como proveedor de servicios, Oberhaizinger ofrece sus soluciones siempre pensando en el cliente y, con esta idea en mente, lleva a cabo las reformas de interiores junto con su correspondiente mobiliario. Gracias a la gran disciplina que caracteriza a la empresa, Oberhaizinger es capaz de ofrecer todos sus servicios a nivel internacional. "En el ámbito del interiorismo, hemos llevado a cabo más de 2000 proyectos, 700 fuera de Alemania", comenta Klaus Raab, director de diseño corporativo.

Integrados en una red global

Oberhaizinger es una empresa familiar que, actualmente, está dirigida por Hans-Martin y Stefan Oberhaizinger, pertenecientes a la cuarta generación de propietarios. Desde finales del año pasado, la sede principal de la empresa, fundada en 1905, se encuentra en Julbach, en la Baja Baviera, a un paso de la frontera con Austria. En un nuevo edificio bonito y funcional, tres centros de beneficios diferentes alojan las instalaciones donde se llevan a cabo las operaciones de la empresa: Manufacture, Corporate Design y Office Solution. Oberhaizinger IDP GmbH, copresidida por Martin Unterstaller y Stefan Oberhaizinger, también tiene aquí su sede.  Solo en este edificio, Oberhaizinger genera actualmente una facturación anual de más de 20 millones de euros y da trabajo a 87 empleados. Un factor importante para ello es la red internacional en la que está integrada la empresa. A través de esta red cerrada y gestionada por Corporate Identity Service AG, con sede cerca de Múnich, Oberhaizinger se asegura sus aspiraciones de ventas a nivel mundial. La labor de CIS consiste en ofrecer a marcas globales un acceso a todos aquellos servicios para los cuales mantener una presencia internacional uniforme en el punto de venta es esencial. CIS no solo se ocupa de planificar y de agrupar conocimientos técnicos para abrir oportunidades entre organizaciones afines, sino que también actúa como mediador y organiza a los proveedores de servicios de forma presencial. De este modo, los miembros de esta red pueden beneficiarse de un intercambio estratégico al formar parte de ella y aprovechar nuevas oportunidades de negocio.

La máxima calidad

La producción en serie y de piezas individuales para las distintas marcas está establecida en Julbach. Allí se fabrica tanto mobiliario estándar como equipamientos adaptados a los deseos especiales del cliente.
Organizada como manufactura celular, la producción está dividida en dos vertientes. Mientras que la mayoría de los productos se configuran de forma totalmente digital al inicio de la preparación del trabajo, el diseñador también recurre al procedimiento "analógico" tradicional cuando los pedidos vienen con un plazo corto. En estos casos, se toma un enfoque específico para el proyecto y se produce sobre la marcha, pero también haciendo uso del almacén. "Por ejemplo, podría ser que en Porsche necesitasen una combinación determinada de muebles suministrados (como sillas, lámparas, alfombras y mucho más) y piezas específicas que fabricamos nosotros", cuenta Raab. "La rentabilidad de este enfoque depende en gran medida de las series pequeñas producidas con el almacén". A fin de cuentas, la clientela, especialmente la de la industria automovilística, exige la máxima puntualidad con la misma calidad en todos los pedidos.

Ahorro cada vez mayor durante el mecanizado

La fabricación especial, las piezas individuales y las series pequeñas se producen con un concepto que, en su mayoría, está formado por máquinas de HOMAG. Con el traslado a la nueva planta de producción, Oberhaizinger invirtió en un almacén de superficie, una sierra, una instalación de nesting de 5 ejes y un centro de mecanizado horizontal. Además, se han introducido en la producción una máquina para encolar cantos de forma libre y un equipo de pintura.

Por un lado, el concepto de maquinaria sigue actualmente el flujo de trabajo clásico: el almacén de superficie "STORETEQ S-200" suministra el material a la sierra seccionadora de tableros "SAWTEQ B-400" y al centro de mecanizado CNC "CENTATEQ N-600", seguido por el centro de mecanizado CNC vertical "DRILLTEQ V-500" y la máquina para encolar cantos "EDGETEQ S-500". Una vez concluidos los mecanizados correspondientes, las piezas se dirigen a la sala de bancos de trabajo o al montaje final. "Además de este procedimiento clásico, cada vez nos adentramos más en el mecanizado de nesting de 5 ejes, que nos permite prescindir de una estación de mecanizado en la cadena", subraya Raab. "Si llevamos a cabo el corte y el mecanizado CNC en la CENTATEQ, conseguimos en prácticamente el mismo tiempo una pieza acabada que solo tiene que pasar por el encolado de cantos y el montaje final". Gracias a la producción con almacén, ha sido posible conseguir una fabricación prácticamente en serie. Es el caso, por ejemplo, de los tableros de virutas con revestimiento para Porsche, que son muy caros si se fabrican como producción especial. "Aquí podemos ahorrar mucho material y tiempo durante el nesting en serie y producir de forma más económica y con una gran flexibilidad".

Por lo tanto, la CENTATEQ N-600 funciona siempre en Julbach como máquina combinada con la que se fabrican tanto piezas en serie como un número creciente de lotes individuales y componentes específicos para proyectos determinados. La máquina está colocada en ángulo recto con el almacén de superficie STORETEQ S-200 y la sierra seccionadora de tableros SAWTEQ B-400, de forma que el almacén pueda suministrar material a ambas máquinas. A su vez, el centro de mecanizado vertical está integrado tras la CENTATEQ N-600 para recibir los mecanizados horizontales que no se pueden llevar a cabo en la máquina de nesting. "De todas formas, con la máquina de 5 ejes podemos fabricar el 99 % de nuestras piezas", subraya Wagner.

Sistema de gran calidad, integral y ágil

El hecho de que Oberhaizinger haya apostado por el nuevo concepto de fabricación de HOMAG tiene mucho que ver con la calidad y la fluidez. "Necesitamos un socio fuerte y fiable que satisfaga nuestras necesidades y nos ofrezca la confianza necesaria", destaca Günther Wiedl. "Necesitamos especialmente soluciones integrales, independientemente del ámbito de fabricación, para garantizar de la mejor manera posible nuestras inversiones y futuras áreas de desarrollo. Por ejemplo, en el sector de la madera maciza, en el que posiblemente nos centraremos en un futuro". HOMAG ofrece la posibilidad de ampliar el concepto en cualquier momento con otras máquinas. Esto se aplica también en lo que respecta al software, ya que, aunque en Julbach aún se utilicen varios sistemas para la preparación del trabajo, pronto habrá un nuevo sistema unificado. "De este modo, creamos un proceso más ágil en conjunto" —afirma Günther Wiedl— "con el que podemos prescindir de recursos en la producción en serie y destinarlos a soluciones especiales para el cliente y pedidos con plazos cortos".

Calidad constante

Al reducir la complejidad del proceso y aumentar la eficiencia, el cliente final también acaba por beneficiarse, cerrándose así el círculo. "Tenemos contratos de larga duración con marcas con las que siempre hay más de cien proyectos pendientes. Solo para conseguir nuevos pedidos con ellas, es necesario que las exigencias del pedido actual se cumplan en más de un 99 %", asegura Raab. "Nada puede ir mal: si no hay errores, nuestra imagen se mantiene intacta. Tenemos que ofrecer siempre la mejor calidad en cada pedido". Para conseguir esta calidad y esta puntualidad, es especialmente importante el aumento de la flexibilidad. "Es absolutamente indispensable", dice Raab. "Al fin y al cabo, tenemos una increíble variedad de materiales y productos, como superficies de hormigón y plexiglás, además de geometrías inusuales. Trabajar con esta variedad en la producción de series pequeñas y piezas individuales con flexibilidad y sin productos defectuosos es uno de nuestros requisitos indispensables para ser eficientes". Y el concepto de HOMAG es la base para ello.