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22.10.2019   |   Sulgen, Thurgau   |   Suiza

En 1951, Paul Keller padre fundó la carpintería Keller en la pequeña localidad suiza de Schönenberg an der Thur. En sus inicios no era más que una carpintería de pueblo de toda la vida, pero en 1981 empezó su historia de éxito. Fue entonces cuando se hizo cargo de la empresa el hijo del fundador, Erich Keller, quien compró unos terrenos y arriesgó volviendo a construir desde cero la carpintería en la ciudad vecina de Sulgen. Allí, el maestro carpintero fue objeto de mofa en un primer momento: "Que haga lo que quiera, en dos años ya habrá cerrado". Este era el ambiente que se respiraba en el pueblo, según cuenta el actual jefe de producción, Markus Neff. Sin embargo, en un plazo de cuatro años el número de empleados se había duplicado hasta los 35 y para 1990 casi llegaba a los 60.  En la actualidad, 110 hombres y mujeres trabajan en más de 9000 metros cuadrados fabricando soluciones de interiorismo, puestos de oficina para trabajos de comunicación y sistemas de climatización.

Centrados en el cliente

En 2012, Erich Keller pasó a su hermano Paul el relevo en la dirección de la empresa, pero la orientación del modelo de negocio no ha cambiado lo más mínimo desde entonces. Erich Keller AG, caracterizada por el espíritu de quien le ha dado nombre, sigue siendo una empresa creativa con un estilo de dirección muy bien definido. Todos los empleados asumen su parte de responsabilidad, planifican en conjunto y reman en la misma dirección. Todo ello se nota en el día a día del trabajo y se promueve activamente, por ejemplo, con puestos de trabajo ergonómicos que ellos mismos desarrollan e instalan. De esta manera, todos los empleados pueden rendir al máximo para lograr el sueño de todo carpintero: la satisfacción absoluta de sus clientes. Y es que, después de todo, cada cliente satisfecho es una referencia y, en resumidas cuentas, publicidad gratuita. Markus Neff nos explica en qué consiste este modelo de negocio orientado al cliente: "Nosotros no nos limitamos a vender lo que somos capaces producir. Nosotros producimos lo que somos capaces de vender, porque los clientes nos lo demandan". Este planteamiento permite a la empresa detectar tendencias muy pronto y ocupar los nichos de mercado durante mucho tiempo. Así es como ha surgido, entre otras cosas, una rama de negocio completa: los sistemas de climatización. 

Un ambiente de trabajo agradable

En los 90, la informática se desarrolló de forma vertiginosa, casi a la misma velocidad que la generación de calor de los ordenadores. El problema era que por aquel entonces no había ninguna solución que permitiera regular eficazmente la temperatura en los escritorios, por lo que en Erich Keller tuvieron que desarrollarla por sí mismos. El resultado fue el primer puesto de oficina para trabajos de comunicación con refrigeración integrada, que crearon en 1997. Actualmente, Erich Keller AG desarrolla soluciones a medida que garantizan el máximo confort ambiental, desde armarios rack refrigerados pasando por puertas con soluciones de ventilación de confort integradas hasta unidades con especiales para la climatización de edificios comerciales.  Este es el caso del parque empresarial Swisscom en Ittigen, también en Suiza. En términos de eficiencia energética, respeta el medioambiente y con rentabilidad, es uno de los cinco mejores edificios de toda Europa. 

Un socio de confianza

La sección de puestos de oficina para trabajos de comunicación también demuestra que en Erich Keller AG no se amedrentan ante los grandes desafíos. Además de la policía urbana de Zúrich, el centro de investigación nuclear CERN y la empresa eléctrica alemana RWE, el banco alemán Commerzbank de Frankfurt es otro de los clientes que ha depositado su confianza en las soluciones modulares, ergonómicas y de reducido tamaño de esta empresa suiza. Sus más de 45 años de experiencia y los más de 35 000 puestos de trabajo que ha fabricado hablan por sí mismos, sobre todo cuando se suman a su imbatible profesionalidad en lo que a diseño de interiores se refiere. En 2017 tuvieron la oportunidad de demostrarla con un proyecto muy especial. A raíz de la refundación del banco suizo Bank Cler, sus 31 sucursales de toda Suiza se reformaron en un tiempo récord de tan solo 36 horas. En teoría, una hazaña imposible, pero "con Erich Keller se puede", replica Markus Neff. En efecto, el cumplimiento de los plazos es una regla básica para los suizos, ya que es indispensable para seguir colaborando con los socios a largo plazo. No en vano, René Huber, asistente del jefe de producción, lo confirma una vez más: "Nunca entregamos tarde. Jamás".

Argumentos a favor de HOMAG: precisión, flexibilidad y fiabilidad

Erich Keller AG exige de sus proveedores la misma fiabilidad que ellos garantizan a sus clientes. "Los buenos proveedores acaban convirtiéndose en socios nuestros. Por eso mismo trabajamos casi en exclusiva con maquinaria de HOMAG", señala Markus Neff. Un factor fundamental para ello es la enorme flexibilidad que les ofrecen las máquinas. Al fin y al cabo, los carpinteros de la producción cubren con ellas al mismo tiempo las tres áreas de negocio de la empresa. Destacan la sierra seccionadora de tableros, la máquina para encolar cantos y los cinco centros de mecanizado de HOMAG. 

Las dos empresas llevan colaborando desde hace más de 30 años y en este periodo el crecimiento de Erich Keller AG ha sido impresionante, incluso si se considera su impacto en el medioambiente: ahora tiene más del doble de empleados y factura más del triple, y todo ello consumiendo menos electricidad que antes. Para poder continuar creciendo y mantenerse como empleador atractivo en el futuro, Erich Keller AG apuesta cada vez más por soluciones digitales.  "Nuestro objetivo es estar siempre a la vanguardia de la tecnología. Es decir, no podemos descolgarnos", señaló Markus Neff. En este ámbito, HOMAG es también un socio importante para los suizos. Sin embargo, cuando preguntamos al jefe de producción qué es lo que más valora de HOMAG, su respuesta es inequívoca: "La rapidez del servicio técnico y la excelente calidad del mantenimiento". Y es que los empleados solo pueden dar lo mejor de sí cuando las máquinas funcionan correctamente, combinando diseño y tecnología con ideas inteligentes y un sólido dominio de su oficio para imponer estándares de referencia a escala mundial.