Inversión de futuro

05.05.2017   |   Alemania

Es un Artículo de "dach + holzbau", 4- 5.2017.
Lo puede leer en dach + holzbau online.
Editor: Tamara Brumm

 

En vista de la buena situación del mercado y con la intención de preparar su empresa para el futuro, un taller de carpintería de Elchingen, en Neresheim, se suma a la producción automatizada. "¿Dónde construís vuestras casas?" es una pregunta que recibe muy a menudo el maestro carpintero Christian Kienle. La oía hace tiempo de clientes potenciales, en los inicios de Kienle Holz- & Ausbau, cuando un establo y un cobertizo de la granja familiar hacían las veces de taller de carpintería.

"Aquello funcionó muy bien los primeros cinco o seis años", recuerda el carpintero. "Pero entonces aumentó la demanda y. como la conexión con la carretera era mala, tuvimos problemas con el suministro y los envíos. Podríamos haber construido una nave, pero eso habría supuesto el fin. Nos habríamos quedado en un taller de carpintería, y eso habría acabado con nosotros".

Ya por aquel entonces, Christian Kienle vio el futuro de su empresa en la construcción de casas de madera de llave en mano. Por ello, en 2015 tomó la atrevida decisión de trasladar su empresa a un polígono industrial a las afueras de Elchingen, en Neresheim.

Pero la nueva nave de la empresa, construida por su cuenta, no fue la única inversión que realizó. En la nave instaló una mesa de bricolaje VarioTec y una máquina de ensamblaje WBS 140, ambas de Weinmann. Esta se hizo cargo de prácticamente todas las tareas de ensamblaje de la empresa, que a día de hoy cuenta con 12 empleados.

Económica y flexible

¿Por qué esta solución? "Porque la WBS 140 es una máquina de ensamblaje para talleres de carpintería muy compacta que no necesita cimientos especiales ni un sótano para el transporte de salida de materiales. Esto nos supone una gran ventaja, porque hemos crecido muy rápido y aún no sabemos cuál será el diseño definitivo de nuestra nave. La máquina es perfecta, porque podemos moverla en cualquier momento". Por otro lado, aún tenemos espacios de almacenamiento en la nave, y necesitamos el espacio".

Además, con su grupo de 5 ejes y el cambiador de herramientas de 8 posiciones para hojas de sierra, brocas y fresadoras, la WBS 140 está optimizada para realizar un mecanizado de componentes complejo y preciso. Por tanto, está equipada para realizar todas las tareas necesarias en la construcción de marcos de madera y en un típico taller de carpintería.

Rara vez se llega a sus límites, aunque esto puede ocurrir, por ejemplo, en techos de madera laminada que superan la sección máxima (200 x 455 mm). Todo esto, sumado a un volumen de inversión previsible y a su flexibilidad de mecanizado, resultó decisivo para tomar la decisión de compra.

Crecimiento estable

Sin embargo, para un taller de carpintería pequeño, la adquisición fue un paso muy atrevido, aunque totalmente razonable en vista del crecimiento estable de los últimos años. Los indicadores para 2017 también son buenos: en el primer trimestre, Kienle tiene ya en su libro de pedidos tres casas de madera, algunas de ellas llave en mano. Además, hay en preparación tres remodelaciones de edificios agrícolas que la empresa convertirá en viviendas en el marco de un programa de fomento.

Con ello, ya se ha asegurado hasta un 65 por ciento del volumen de pedidos del año anterior. Debido a que aún no se han valorado las ferias regionales de Heidenheim y Aalen, de donde suelen conseguirse numerosos contratos, hay muchas probabilidades de superar los resultados del año pasado.

Experiencia y conocimientos

Al considerar la inversión en la máquina nueva, Kienle tenía muy presente este aspecto, y no solo la rentabilidad: "Sin duda, la máquina aún no nos es rentable, pero lo mismo podemos decir de una grúa adquirida dentro del mismo programa de inversión.

La pregunta que yo me hacía era qué podemos conseguir con una inversión de este tipo. Una grúa une las capacidades de las personas más en forma de la empresa, porque solo ellos pueden utilizarla. Pero, ¿se ha utilizado también este potencial de forma sensata?".

Kienle cree que unir el potencial de sus trabajadores "hará progresar a la empresa". Para él, eso significa que hay que concentrar la experiencia y los conocimientos en la empresa en lugar de externalizarlos. "Necesitamos estos conocimientos para poder competir con los grandes proveedores de casas prefabricadas de la región y para alcanzar nuestro siguiente objetivo, que es la fabricación de 10 a 15 casas al año. Uno de los motivos por los que he invertido en la tecnología de producción".

Efectivamente, los conocimientos sobre la preparación del trabajo en Kienle han dado un gran paso hacia delante desde que se realizara la inversión. "Ahora no solo hacemos planificaciones de elementos, también sabemos lo que pueden hacer nuestras máquinas y lo que resulta rentable. Así, por ejemplo, un bulón o un corte pueden ser una mejor alternativa que la cola de milano, porque la máquina puede hacerlo más rápido".

También se necesitan nuevos conocimientos para trabajar en la máquina: si un proceso de trabajo provoca desventajas en la producción, el operario debe avisar a sus compañeros de ello. "En tales casos, el centro de ensamblaje también realiza modificaciones en los pasos del mecanizado", comenta Christian Kienle. "Pero puede ser que estos no siempre sean positivos para nuestros clientes. Podemos ofrecerles más calidad y personalización si controlamos y optimizamos el proceso al completo".

La desaparición del sector artesanal

Otro motivo de la inversión en la tecnología de maquinaria era aumentar la flexibilidad. Hoy en día, Kienle puede reaccionar más rápidamente a los trabajos de carpintería típicos, como pérgolas de aparcamiento, tejadillos o estructuras de techo. Por lo tanto, recibe encargos que en el pasado no habría podido gestionar.

Para Christian Kienle, la situación personal también fue un motivo para realizar la inversión. Se trata de un tema candente desde hace años en su región, y Kienle ve cómo las nuevas generaciones pierden el interés por el sector artesanal clásico: "A la larga, deberemos compensar la escasez de artesanos clásicos, y eso solo se puede realizar a través de la automatización".

Valor añadido

Por último, junto con una "velocidad y precisión imbatibles", la máquina proporciona al taller ciertos valores añadidos, como una optimización de retales que permite una tasa de utilización de hasta el 98 por ciento.

También se ha reducido notablemente el riesgo de que se produzcan fallos en la interacción entre la preparación del trabajo y la máquina, "porque podemos controlar mejor los componentes en el ordenador siguiendo el principio de los cuatro ojos y, además, el operario al mando de la máquina también tiene una función de control".

Además, la nueva tecnología ha ayudado a Kienle Holz- & Ausbau a aumentar el grado de preproducción de sus construcciones de madera. Ahora se pueden suministrar, a petición del cliente, persianas enrollables y elementos cerrados, incluida la instalación, además de instalar prácticamente ante sus ojos las ventanas en la nave de ensamblaje. – Un paso importante para seguir el ritmo a la competencia de construcciones prefabricadas.

También ayuda al taller de carpintería el hecho de que su imagen se haya revalorizado notablemente con la nueva tecnología de producción: "Hoy en día ya no nos preguntan dónde construimos nuestras casas. Más bien lo contrario: podemos hablar directamente con nuestros clientes, que a menudo trabajan para las grandes empresas de la región, en cuanto ven la profesionalidad de nuestras instalaciones de producción. Dicha profesionalidad genera la confianza que, para nosotros como pequeña empresa, nos da la ventaja decisiva respecto a los gigantes del sector.

Se trata de un aspecto muy importante ya que, debido a la falta de clientes, con el boca a boca no se consiguen encargos suficientes, y Kienle considera actualmente que generar una buena cartera de clientes supondrá el salto decisivo para su empresa. "Es en este aspecto donde debemos esforzarnos para aumentar nuestra ocupación y rentabilidad. Actualmente seguimos lejos de construir de 10 a 15 casas".