FustHeri, o Fusteria Heribert, es sin duda una historia que inspira y demuestra que con dedicación e inversiones correctas es posible crecer rápido, formar una cartera de clientes sólida y conquistar cada vez mercado con un nombre que inspira calidad y fiabilidad.
Visitamos la carpintería Fustería Heribert para conocer un poco más su empresa, saber de su crecimiento y sus planes de futuro.
¿Cómo surgió Fustería Heribert?
La verdad es que desde un principio, cuando empecé a trabajar como carpintero, mi sueño era poder tener algún día mi propia carpintería. Después de más de 12 años trabajando en otras empresas, decidí dar el paso: Monté la carpintería en menos de un mes, en el garaje de mi casa. Fue un poco complicado ya que tuve que empezar con máquinas de segunda mano, y mucho más manuales a las que estaba acostumbrado a usar durante los últimos años. Empecé con lo básico para poder trabajar, pero pronto vi que el futuro pasaba por automatizar. Me decidí por un CNC de HOMAG, y eso me ayudó mucho a avanzar. Gracias al control numérico, pude dar un servicio que otros no podían alcanzar, y aumentó la demanda con nuevos clientes que buscaban soluciones específicas.
¿Por qué se ha decidido por HOMAG?
Una de las primeras máquinas que tuve de segunda mano fue una BRANDT de HOMAG; era muy pequeñita, pero le dimos mucha caña y nos dio siempre muy buen resultado. Eso, junto a que siempre había oído hablar muy bien de la marca, ayudó a que me decidiera por HOMAG.
¿Cómo es producir con estas máquinas?
Al principio puede parecer complejo, pero rápidamente vas cogiendo el hilo, son máquinas muy intuitivas, nos dan confianza y una calidad muy buena en los acabados. Podemos ir más rápido y dar muy buen servicio, con facilidad y de forma ágil.
¿Ha cambiado el tipo de mueble que produce y los clientes que atiende actualmente?
Cuando empecé estaba solo y la mayor parte del trabajo era en la zona próxima a la carpintería. Poco a poco iban aumentado los pedidos y mi primer operario se incorporó al cabo de seis meses. El tipo de mueble que hacíamos era básico, aunque poco a poco nos fuimos atreviendo con algo más complicado. Ahora es mucho más fácil y lo que hacíamos de una forma artesanal, ahora lo hacemos de un modo mucho más ágil con estas máquinas. Hemos hecho los trabajos de carpintería de todos los restaurantes para un mismo grupo de restauración, también el cambio de imagen de más de 300 tiendas de una cadena de supermercados, estamos trabajando prácticamente por toda Cataluña y una parte de Aragón. También hacemos varios trabajos de obra pública, viviendas y proyectos completos con interioristas y arquitectos.
¿Cómo ha sido su experiencia con la asistencia técnica de HOMAG?
Siempre tenemos una respuesta muy rápida, HOMAG nos atiende muy bien. Las piezas de recambio nos llegan en un día y a veces nos guían para que podamos cambiarlas nosotros mismos, sin necesidad de que venga el servicio técnico.
Tras su experiencia, invertir en máquinas HOMAG ¿es un ejemplo de éxito para otras carpinterías que piensen en mejorar su producción?
Es un paso adelante, y sin duda ayuda muchísimo su fácil manejo. Para mí, después de haber trabajado con otras marcas a lo largo de los años, puedo decir que son las mejores.
Ha invertido bastante, en máquinas, una nave nueva, ¿cuál es su próximo objetivo?
Monté la empresa en 2015 y en 2022 construimos una nueva nave para poder seguir estando a la última, y a continuación llevamos a cabo la adquisición de una seccionadora y una canteadora nuevas. También vamos más allá en términos de digitalización y en breve instalaremos imos, el software de HOMAG para tener los procesos de fabricación automatizados al máximo desde la oficina técnica. Estamos también terminando las nuevas oficinas y próximamente esperamos poder tener nuestro propio showroom.
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«Empecé con lo básico para poder trabajar, pero pronto vi que el futuro pasaba por automatizar.»Heribert Badia - FustHeri